La nutrición adecuada constituye un beneficio enorme. Las personas bien alimentadas tienden a ser más saludables y productivas y a aprender con más facilidad. La buena nutrición beneficia a las familias y las comunidades, y al mundo en general.
La nutrición adecuada constituye un beneficio enorme. Las personas bien alimentadas tienden a ser más saludables y productivas y a aprender con más facilidad. La buena nutrición beneficia a las familias y las comunidades, y al mundo en general. En sentido inverso, la desnutrición tiene efectos devastadores, ya que está relacionada con más de una tercera parte de las muertes de niños y niñas en los países en desarrollo. Además, la desnutrición reduce la capacidad intelectual y productiva de quienes sufren sus efectos y perpetúa la pobreza. Aunque en la actualidad el número de niños y niñas desnutridos es menor que en el decenio de 1990, en el mundo en desarrollo unos 143 millones de niños menores de cinco años –o uno de cada cuatro– tienen peso inferior al normal, y sólo el 38% de los niños y niñas menores de seis meses son amamantados de manera exclusiva. Pese a los importantes avances que se han logrado con respecto al suministro de suplementos de vitamina A y a la yoduración de la sal, en muchos países la carencia de micronutrimentos continúa representando una grave amenaza a la salud pública. La posibilidad de conquistar los Objetivos de Desarrollo del Milenio depende fundamentalmente de los éxitos que se puedan lograr en la lucha contra la desnutrición. Mediante la alimentación adecuada se brinda a todos los niños y niñas el mejor comienzo posible en la vida. Desde su fundación, UNICEF ha desarrollado programas de nutrición orientados a garantizar el derecho a la nutrición adecuada de todos los niños y niñas del mundo. El organismo internacional está comprometido a incrementar y mantener el nivel de cobertura de las actuales intervenciones de nutrición de gran efecto en las esferas programáticas correspondientes a:
La alimentación de los lactantes y los niños y niñas de corta edad; Los micronutrientes; La seguridad alimentaria en las situaciones de emergencia; y La nutrición y el VIH/SIDA. UNICEF también está comprometido con los enfoques que abarcan el ciclo vital, el establecimiento de alianzas y la creación y el mejoramiento de las intervenciones a fin de incrementar su eficacia, como la combinación de suministro de vitamina A. con otras intervenciones aceleradas en pro de la supervivencia de los niños y niñas por medio de actividades de fomento de la salud infantil.
NUTRICIÓN Y BEBIDAS
La ingesta de agua diaria total es la suma del contenido de agua que proviene de diferentes tipos de bebidas y de alimentos. Hidratación y nutrición
La ingesta de agua diaria total es la suma del contenido de agua proveniente de diferentes tipos de bebidas y alimentos. Muchas personas subestiman el contenido de agua presente en los alimentos y en las bebidas. A continuación se presenta una tabla que muestra el contenido de agua de muchos alimentos y bebidas comunes. Contenido de agua en alimentos y bebidas comunes Tipo de alimento Contenido de agua Bebidas sin alcohol: Agua, té, café, refrescos, bebidas isotónicas, bebidas carbonatadas, limonada, zumo de vegetales 90% a 100% Leche, zumo de frutas, bebidas de frutas 85% a 90% Bebidas alcohólicas: Cerveza y vino 85% a 95% Destiladas 60% a 70% Sopa: Consomé, cebolla, carne y verduras, verduras, tomate, crema de champiñones, fideos con pollo, concentrado de verduras, sopas concentradas, crema de champiñones (hecha con leche) 80% a 95% Frutas y verduras: Fresas, melón, pomelo, uva, melocotón, pera, naranja, manzana, pepino, lechuga, apio, tomate, calabaza, brócoli, cebolla, zanahoria 80% a 95% Plátano, patata, maíz 70% a 80% Productos lácteos: Leche entera fresca 87 a 90% Yogur 75% a 85% Helados 60% a 65% Queso 40% a 60% Cereales: Arroz (hervido) 65% a 70% Pasta (espagueti, macarrones, fideos) 75% a 85%* Pan, galletas 30% a 40% Cereales de desayuno (listos para comer) 2% a 5% Carne, pescado, huevos: Pescado y marisco 65% a 80% Huevos (revueltos, fritos, escalfados), tortilla, sustituto de huevo 65% a 75% Carne de vaca, pollo, cordero, cerdo, ternera 40% a 65% Carnes curadas, beicon 15% a 40%
Fuente: Holland B. et al (1991) McCance y Widdowson. The Composition of Foods 5th ed. The Royal Society of Chemistry Cambridge, UK.
* Ha de tenerse en cuenta que estos valores son valores aproximados y que dependen del origen del alimento, el método de cocción utilizado, etc. Por ejemplo, cuando la pasta se cocina “al dente” (estilo italiano) tendrá un contenido de agua ligeramente inferior al que se muestra aquí* y se encuentra entre un 50 y 60%. Hidratación y bebidas
Es esencial reponer las pérdidas de agua y de sales para mantener un nivel de hidratación adecuado y un buen estado de salud. Una manera de aportar agua al cuerpo es mediante los alimentos y las bebidas. Se calcula que de la cantidad total de agua que requiere el cuerpo, un 20-30% proviene de los alimentos y un 70-80% de las bebidas, pero estas cifras pueden variar significativamente según la dieta que cada persona escoja. El agua que bebemos es sin duda una fuente de líquido muy importante, pero muchas de las bebidas que consumimos habitualmente como los jugos, la leche, los refrescos, el café y el té, entre muchas otras, son en más de un 85% agua, por lo que constituyen una importante fuente de agua en nuestra dieta. Se ha visto que la variedad de fuentes, de colores y de sabores de las bebidas es tan importante para el mantenimiento de una adecuada hidratación como lo es la variedad de comidas en la nutrición ya que la variedad contribuye a estimular la ingesta tanto de comida como de bebida. Por este motivo es que las cualidades del agua como materia prima son tan importantes como las del agua para consumo. Las razones para elegir una u otra bebida responden a una amplia variedad de motivos: por ejemplo, cuando se está cansado se optará por una bebida con cafeína, después del ejercicio, por una bebida deportiva; se elegirán los jugos por sus vitaminas y nutrientes, etc. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al contrario que el agua, a menudo las bebidas tienen calorías y pueden contribuir a la ingesta calórica diaria. Bebidas comunes como los refrescos contribuyen al 3% de las calorías en una dieta normal media.